lunes, 25 de febrero de 2013

Decisiones


Hoy en día mis propias decisiones me están asfixiando, mi tumba esta cavada y el peso que cae sobre ella son mis decisiones.

Sí, tal vez estoy exagerando demasiado, pero es así como me siento ahora justo en este momento. Todo pasa por que el sábado, si este sábado 2 de Marzo se le hará una despedida a mi tía y tío que vinieron de Canadá a visitar -ese mismo sábado es la junta Keane Chile a la que si iré- y harán un asado. El hecho que yo soy vegetariana, con cada vez menos ganas de seguir siéndolo, no sé si es porque ya no me llama la atención o es por que ya me tiene chata que siempre tenga problemas por ser vegetariana. Sé que es algo que hace una persona con gran valor, dado que este mundo normalmente esta regido por la carne y el dinero, pero mi decisión por ser vegetariana fue por que me cansó de comer carne. Sólo por eso.

Pero la cosa es que mi familia sufre por eso, en realidad no lo creo, especialmente la de mi padre apenas recuerdan que no como carne, y cuando me dicen que coma algo y tiene carne me miran con una cara de pena y una pizca de si fuera una tonta. Me molesta mucho eso, es como si realmente no recordaran que es su sobrina o nieta.

A veces siento que lo único que falta en mi vida es que la gente recuerde quien soy, obviamente yo lo recuerdo, pero se me hace difícil y cansador tener que repetirlo a cada persona que ya se lo he dicho y lo ha olvidado. Creo que esto duelo aún más cuando por culpa de eso mis padres discuten, dado que mi papá no recordó o no hizo notar que yo no como carne y dice que me compraran algo aparte -y deben poner una cuota de 10 mil pesos la cual, se supone, saciaría cualquier necesidad que se tuviera excepto la mía. Y además esta el hecho que mi hermano dijo que a él también a veces se le olvidaba, para mejorar más mi humor.

Siento que las cosas ya van de mal en peor a cada tanto, el hecho que aún no me haya derrumbado por completo es la simple señal que no quiero que me vean haciendolo, es una estupidez lo sé, pero es algo que siento así y lo que lleva a la más grande pregunta... ¿Debería dejar de ser vegetariana para evitarme estos tipos de problemas? ¿O debo seguir con lo que pienso es correcto? ¿Es acaso solo una simple excusa para volver a mi antigua vida alimenticia, pero es lo que realmente deseo?


Arrivederci

miércoles, 20 de febrero de 2013

Crónicas de un viaje: Horas en un bus

Horas en un bus


Ese día mi papá estaba eufórico, preguntaba a cada rato si teníamos todo en las maletas, si nos faltaba algo, nos regañaba si es que no hacíamos nada o nos faltaba lavarnos los dientes. Por lo menos nos iba a ir a dejar el padre del hijo de mi vecina, algo que hiciera si le dejamos que guarde el auto en nuestro patio. Bueno tampoco era para tanto, pero por lo menos algo que hiciera por nosotros después de ese favor.

El hecho es que llegamos igual temprano, mi papá quería llegar tempranisimo, pero aunque fue así se nos pasaron los minutos volando y tuvimos que abordar el bus. El caso es que ese mismo día salieron más buses, normalmente la salida de buses es a las 13 hrs y a las 17hrs no hay otro horario, uno un cuarto para las una, el de las una y otro a la una y media. 

Aunque no creo que hubiera tanta diferencia justo en ese día, dado que a mitad de camino, no ni siquiera eso, no habíamos pasado ni Calera cuando nos encontramos con un taco gigantesco. Duró una hora y media o más, no recuerdo bien. Pero aunque el bus tuviera aire acondicionado, el caos de estar cada media hora o unos cuantos minutos avanzando un metro era aburrido y cansador, más si el sol esta en pleno apogeo y más caluroso que de costumbre.

Normalmente para llegar a Huenteluquen Alto ó Norte en bus se demora unas 4 horas y media, pero con ese taco tremendo no sé realmente cuanto nos demoramos, llegamos a la casa a las 19 hrs, a esa hora! Era completamente tarde, por suerte que el sol aún no se escondía por completo. Ese día fue estresante, largo y caluroso, no tan cansador ya que dormí mucho en el bus.

Arrivederci

De vuelta

De vuelta en Santiago, en el caluroso y contaminado Santiago. Aunque no hubiera querido volver, parte de mi si lo quería. Es que igual es bueno y relajante volver a tu casa, volver a ver a tu perro que quedó en la casa mientras tu disfrutabas del mar, la arena y el sol. Creo que eso era algo que me hacía sentirme rara en la playa, haber llevado conmigo a la pequeña pero no poder llevar al grande. Creo que es algo injusto. Y todo se trata nuevamente del dinero, de verdad que el mundo gira alrededor de él. Y es algo que me perturba y me molesta a la vez, es que no se puede hacer algo sin tener que pensar en el dinero. Esta el caso de los hijos de la pequeña, cada vez que hablo que pueden ser varios dicen que tienes un buen negocio y además que ellos si cuestan caros, pero yo no lo pienso de esa manera. 
Huentelauquen

Y al final me desvié del tema del cual quería escribir, pero así son las cosas no pueden seguir un hilo por completo siempre se desviaran. El hecho es que llegué a Santiago hace unos 4 ó 5 días más o menos, y ya me agobia el calor, y extraño la sensación de saber que a unos pocos metros de ti esta el mar rugiendo y estrellándose contra las rocas. Pero lo que más extraño es ese silencio que hay en Huentelauquen -lugar donde voy de vacaciones- y es que es tan desolado, aunque ahora hayan más casas habitándolo, ese silencio no se va, ver las estrellas en su esplendor por la noche sin que las apague la luz artificial. El agua salada que tragas cuando un ola gigante te sobrepasa, ese miedo de no poder respirar esa opresión en el pecho -me acabo de dar cuenta que realmente soy una masoquista xD- y de salir a la superficie, toser y sentir nuevamente el aire en tus pulmones. 

Obviamente no olvidare los pequeños vecinos que estuvieron esos días cuando yo estuve en la playa, jugando con ellos haciendo cualquier cosa, molestándolos. Pensar que nos tomaron mucho cariño dado que al irnos, ellos se iban unos días después que nosotros, la mayor se puso a llorar y el menos estaba serio demasiado serio para mi gusto, que andaba con una sonrisa. A mi tampoco me gustan las despedidas, pero esa no era de un adiós prolongado de muchos años, solo un hasta luego hasta el próximo año o tal vez antes, quien sabe si me los topé en algún lugar de esta gran ciudad. Por qué no? Si viven cerca de donde yo, todo es posible en esta vida no lo creen. Bueno tal vez en unas cuantas horas más o en un día más relatare las cosas que pasaron en la playa.

Arrivederci